HISTORIA DE LOS TRANVIAS DE VALENCIA

HISTORIA DE LOS TRANVIAS VALENCIANOS



El 27 de septiembre de 1875, el Ayuntamiento de Valencia aprobó el proyecto presentado por la Sociedad Catalana General de Crédito para la implantación del tranvía en Valencia. Se construyeron dos líneas: la de Valencia al Grao, con principio y fin en la Plaza de San Francisco, actual Plaza del Ayuntamiento, y la del Interior Primitivo, que enlazaba el Puente del Real con la Plaza de las Barcas. El 23 de junio de 1876, el tranvía de tracción animal, a 25 céntimos el billete, unía definitivamente la ciudad con su puerto.
El 16 de enero de 1885, se fundó la Sociedad Valenciana de Tranvías, conocida como La Valenciana. La sociedad obtuvo la concesión de dos nuevas líneas: la de Circunvalación y la Diagonal. En 1886, entró en funcionamiento el tranvía a vapor Valencia-Liria. En 1887, La Valenciana adquirió las líneas explotadas hasta entonces por la Sociedad Catalana General de Crédito, mientras nuevas concesiones se sumaron a las ya existentes: Circunvalación del Pueblo Nuevo del Mar y de la Estación del Grao a los Baños de la Florida y la Perla. En 1889, la sociedad Pascual Carles y Cía inauguró la línea de Godella y en 1890, obtuvo la concesión de la de Catarroja.
El 17 de febrero de 1891, se constituyó la Compañía de Tranvías del Norte de Valencia, que construyó una línea que unía la capital con Puebla de Farnáls. El 11 de julio, saltó a la palestra la Compañía General de Tranvías, llamada popularmente La General. Sus primeras explotaciones fueron las líneas a hipotracción del Ensanche y del Interior y el tranvía a vapor de Valencia al Grao, bautizado popularmente como "Ravachol". También regentó los tranvías que comunicaban Valencia con Torrente, Tabernes Blanques, Massamagrell y la Pobla de Farnals. En 1894, la compañía Lladró y Cía obtuvo la concesión de la línea del Cementerio, última línea de tracción animal, y Pascual Carles y Cía presentó su proyecto de tranvía desde San Agustín al Puente de Fusta.
En 1895, La Valenciana se declaró en suspensión de pagos. El 1 de julio de 1896, hizo lo propio La General. Una nueva compañía, la lionesa Compagnie Génerale des Tramways de Valence (Espagne) Société Lyonnaise, adquirió las líneas de La General, comenzando su electrificación (1898). La Valenciana resistió un poco más, pero entre 1906 y 1911 transfirió sus concesiones a la compañía francesa.
El 3 de septiembre de 1917 la compañía francesa pasó a denominarse Compañía de Tranvías y Ferrocarriles de Valencia (CTFV) y que fijó su sede en la Estacioneta del Puente de Fusta. La I Guerra Mundial dificultó enormemente los primeros años de vida de CTFV, a causa de la imposibilidad de renovar vehículos e importar materiales de repuesto. A pesar de todo, continuaron las tareas de electrificación, tanto en ferrocarriles como en tranvías.
Finalizada la contienda bélica, prosiguieron los avances y con la electrificación de la línea del Cementerio, concluida el 28 de febrero de 1925, desapareció definitivamente el hipotranvía. En 1926 se inauguraron las líneas de Grandes Vías de Turia y Germanías y entraron en servicio los tranvías de la serie 200. En 1927, el Ayuntamiento de Valencia concedió el establecimiento de un servicio de autobuses dentro del casco urbano a la Levantina de Autobuses S.L. Para paliar esta competencia, CTFV constituyó la Valenciana de Autobuses Sociedad Anónima (V.A.S.A.), que adquirió las líneas de autobuses que discurrían paralelas a las de los ferrocarriles.





El 27 de septiembre de 1875, el Ayuntamiento de Valencia aprobó el proyecto presentado por la Sociedad Catalana General de Crédito para la implantación del tranvía en Valencia. Se construyeron dos líneas: la de Valencia al Grao, con principio y fin en la Plaza de San Francisco, actual Plaza del Ayuntamiento, y la del Interior Primitivo, que enlazaba el Puente del Real con la Plaza de las Barcas. El 23 de junio de 1876, el tranvía de tracción animal, a 25 céntimos el billete, unía definitivamente la ciudad con su puerto.
El 16 de enero de 1885, se fundó la Sociedad Valenciana de Tranvías, conocida como La Valenciana. La sociedad obtuvo la concesión de dos nuevas líneas: la de Circunvalación y la Diagonal. En 1886, entró en funcionamiento el tranvía a vapor Valencia-Liria. En 1887, La Valenciana adquirió las líneas explotadas hasta entonces por la Sociedad Catalana General de Crédito, mientras nuevas concesiones se sumaron a las ya existentes: Circunvalación del Pueblo Nuevo del Mar y de la Estación del Grao a los Baños de la Florida y la Perla. En 1889, la sociedad Pascual Carles y Cía inauguró la línea de Godella y en 1890, obtuvo la concesión de la de Catarroja.
El 17 de febrero de 1891, se constituyó la Compañía de Tranvías del Norte de Valencia, que construyó una línea que unía la capital con Puebla de Farnáls. El 11 de julio, saltó a la palestra la Compañía General de Tranvías, llamada popularmente La General. Sus primeras explotaciones fueron las líneas a hipotracción del Ensanche y del Interior y el tranvía a vapor de Valencia al Grao, bautizado popularmente como "Ravachol". También regentó los tranvías que comunicaban Valencia con Torrente, Tabernes Blanques, Massamagrell y la Pobla de Farnals. En 1894, la compañía Lladró y Cía obtuvo la concesión de la línea del Cementerio, última línea de tracción animal, y Pascual Carles y Cía presentó su proyecto de tranvía desde San Agustín al Puente de Fusta.
En 1895, La Valenciana se declaró en suspensión de pagos. El 1 de julio de 1896, hizo lo propio La General. Una nueva compañía, la lionesa Compagnie Génerale des Tramways de Valence (Espagne) Société Lyonnaise, adquirió las líneas de La General, comenzando su electrificación (1898). La Valenciana resistió un poco más, pero entre 1906 y 1911 transfirió sus concesiones a la compañía francesa.
El 3 de septiembre de 1917 la compañía francesa pasó a denominarse Compañía de Tranvías y Ferrocarriles de Valencia (CTFV) y que fijó su sede en la Estacioneta del Puente de Fusta. La I Guerra Mundial dificultó enormemente los primeros años de vida de CTFV, a causa de la imposibilidad de renovar vehículos e importar materiales de repuesto. A pesar de todo, continuaron las tareas de electrificación, tanto en ferrocarriles como en tranvías.
Finalizada la contienda bélica, prosiguieron los avances y con la electrificación de la línea del Cementerio, concluida el 28 de febrero de 1925, desapareció definitivamente el hipotranvía. En 1926 se inauguraron las líneas de Grandes Vías de Turia y Germanías y entraron en servicio los tranvías de la serie 200. En 1927, el Ayuntamiento de Valencia concedió el establecimiento de un servicio de autobuses dentro del casco urbano a la Levantina de Autobuses S.L. Para paliar esta competencia, CTFV constituyó la Valenciana de Autobuses Sociedad Anónima (V.A.S.A.), que adquirió las líneas de autobuses que discurrían paralelas a las de los ferrocarriles.



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